Por Juan Carlos Hernández A.

Es tiempo de ver llover, será que el clima y el temporal da para eso. Definitivo que sí. La lluvia cuando es abundante y continua hace reverdecer los campos, florecer la semilla y crecer los árboles, es un proceso natural, pero en la ciudad hace de repente estragos, caso vial, flota la basura por las calles y desaparece o es intermitente la electricidad, caos total. Cada año es igual, a veces peor, pero qué le vamos a hacer.

Pero ¿es tiempo? de ver el otro clima, donde también llueve, pero la opinión política, generando opinión pública, y reverdece y florece para luego hacerse publicada, a través de los medios de comunicación. Hemos presenciado declaraciones en torno a las recientes apariciones de las personalidades en plenos mítines ¿de destapes oficiales? ¿Eso es normal por estas fechas? ¿Es usual? ¿Se vale?

Son preguntas per se, se contestan solas quizá, aunque también las autoridades electorales de este país podrán responderlas conforme a la normativa y a la legalidad. Será temporada, así como para ver llover la escalada de opiniones en tono de aceptación por unos y de rechazo por otros sobre la presentación de las y los candidatos presidenciales con tal alegoría y ventaja, no sé si premeditación; en que algunas representaciones de partidos políticos ya se inconformaron ante la autoridad electoral, por ver que no son tiempos de precampañas y menos por tratarse de funcionarios públicos los ahí presentes en dicho evento.

Por siempre y de acuerdo con lo que dictan la ley constitucional y electoral, el o los procesos de selección de candidatos a cualquier puesto de elección popular se hace a través de las dirigencias de los partidos políticos, luego vendrán las precampañas y posteriormente las campañas formales y oficiales; y claro, los tiempos están marcados, el asunto es saberse conducir a cabalidad y en la legalidad para poder cumplir y hacer cumplir con lo estipulado en las normas, es lo que debe respetarse.

Ahora es tiempo de lluvia, si y es normal, de lo que no será tiempo es de adelantarse si o si, a las nominaciones de personajes para concursar por la primera silla de importancia en el país: la presidencial, pues eso aún le falta al menos 20 meses para conciliar con el calendario electoral del 2023-2024. Adelantase a la carrera tiene su riesgo y su gane, por supuesto.

Paz y bien, (como el saludo franciscano) es lo que necesita este país; revolotear, azuzar, sacudir y moverle a avispero nos deja una preocupación de que saldrán también como en temporal de lluvia los grillos y chapulines (no sé cuántos) a querer “cantar” definitivamente al aire sus pretensiones. Creo con toda certidumbre que lo mejor será esperar a los tiempos oficiales y mejor sería dedicarse a gobernar y resolver los grandes problemas presentes que afectan a la sociedad en su conjunto.

Evitar un caos como el agua en la ciudad, al no contener el discurso y las ganas de salir a la palestra de la opinión pública a darse y arrojarse así, nomas porque se puede y se quiere, cuando aún no es tiempo. Que como dice la canción: sabia virtud de conocer el tiempo, ¿no? Hacer actos y arranque hacia la ruta de 2024, podrá generar desde ya, una ventaja y también desventaja, en y con los contendientes hacia la silla presidencial; pues no todos los que son estuvieron ahí, al igual que no todos los sí estuvieron podrán ser.

Sin embargo, la suerte está echada. El tema es que ya se inicio la concurrencia de personalidades a la carrera presidencial y esto ¿Quién lo para? Igual que la lluvia: esperar que florezca o que traiga sus estragos, con granizo, rayos y demás; esperemos no se haga un caos. Al tiempo. Usted qué opina.