Redacción

La reforma eléctrica que propone el Presidente Andrés Manuel López Obrador, si es aprobada, podría incidir de manera negativa en la economía, ya que impactaría en el valor total de los bienes y servicios producidos en el Estado, es decir, la riqueza, representada por el Producto Interno Bruto (PIB), además de que afectaría el medio ambiente, opinaron expertos de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Graciela Domínguez López, titular de la Coordinación de Sostenibilidad de esta Casa de Estudio, dijo que el sector eléctrico de Jalisco representa 1.38 por ciento del PIB, (considerando generación y transportación de energía, y suministro de gas), que es poco, pero es lo que activa, junto con las tarifas eléctricas, 21.55 por ciento del PIB, que es la aportación de la industria, afirmó.

A raíz de la reforma energética fueron instalados mil 517 megawatts (MW), con una inversión de más de 9 mil millones de pesos, que han representado una importante derrama económica, explicó Domínguez López.

Había interés de inversionistas nacionales y extranjeros de duplicar la inversión en generación en un periodo de cinco años, pero cancelaron.

Con la presentación de esta iniciativa de reforma eléctrica y la incertidumbre generada desde 2020, en Jalisco se han perdido más de 40 mil millones de pesos de posible inversión. Y si la iniciativa avanza se detendrán los permisos de generación y será afectado el empleo directo de casi mil familias involucradas en el mercado eléctrico mayorista de Jalisco.

La investigadora aclaró que esta iniciativa de reforma no afectará, ni detendrá los permisos de generación para hogares y sistemas pequeños (generación de techos en pequeña y mediana escala). En la generación de techos el Estado es líder en el país. Sin embargo, “las centrales eléctricas nos dan más de diez veces de la generación que nos dan los techos”.

Explicó que con la reforma de 2014 se duplicó la capacidad local de grandes centrales para llegar a una cifra actual de 3 mil 34 MW, de los cuales 34 por ciento es energía renovable. Ejemplo de las grandes centrales eléctricas son las eólicas, de Los Altos, o los huertos fotovoltáicos que están en Zacoalco; en cambio, la generación en los techos es la que tienen algunos tapatíos en sus casas, en los techos de las universidades, entre otros.

Agregó que las afectaciones podrían llegar también para los profesionales de algunas carreras. Sólo en la UdeG hay más de seis mil estudiantes cursando carreras con posibilidades de vincularse con el sector energético.

La producción anual de energías renovables de las centrales eléctricas que se detendrían en Jalisco se estima que equivaldría a 1.4 millones de toneladas de dióxido de carbono, prácticamente el consumo eléctrico de más de un millón de hogares de energía, agregó, por lo que la propuesta, de aprobarse, tendría repercusiones también en el medio ambiente.

El profesor investigador del Departamento de Economía del CUCEA, Jorge Antonio Mejía Rodríguez, señaló que entre los cambios esenciales de la iniciativa de reforma eléctrica de la 4T se encuentran la cancelación de permisos otorgados a entes privados y el cierre del mercado de comercialización, por lo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sería de nuevo el único suministrador del país.

La propuesta revierte la separación vertical y horizontal de la CFE instituida para otorgar mayor transparencia sobre los ingresos de las empresas y promover la competencia en la generación. Además, elimina los certificados de energía limpia, que es un mecanismo que se instituyó con la reforma de 2013-2014 para incentivar a los grandes productores y suministradores de energía a un uso creciente de fuentes de energía limpia; y se establece la explotación del litio como una actividad del Estado mexicano, entre otros puntos.

El coordinador de Energía, del Instituto Mexicano para la Competitividad, Óscar Ocampo Albarrán, explicó que las medidas propuestas tienen como objetivo eliminar, en los hechos, el mercado eléctrico mayorista y pasar al antiguo monopolio del Estado, concentrando todas las actividades en la CFE.

“Esto tiene un impacto muy significativo en la economía mexicana, y en el país en general”, matizó Ocampo Albarrán.

Explicó que la forma más sencilla de ilustrarlo es comparando costos de cuánto cuesta a CFE generar un MW/hr. En el año 2020, la CFE tuvo un costo de generación, promedio, de mil 413 pesos por MW/Hr; en cambio, los privados renovables, de 401 pesos. “De ese tamaño es el costo que alguien va a tener que pagar, y vamos a ser todos nosotros, los mexicanos”.

“Si tomamos por buena la promesa presidencial de no incrementar las tarifas eléctricas más allá de la inflación, entonces, lo que sucedería es que se volvería necesario aumentar el monto de los subsidios, y en la medida que se inyectaran recursos a CFE para compensar pérdidas por subsidio, ésos serían recursos que no se irían a salud, seguridad y educación”, subrayó Ocampo Albarrán.