El automovilismo ha sido una pasión de los mexicanos por décadas, desde las icónicas competencias profesionales hasta el creciente fenómeno de los autos modificados, que han evolucionado para convertirse en un sector económico y cultural en auge. Este movimiento no solo atrae a miles de aficionados, sino que también detona la actividad comercial, el turismo y contribuye a causas nobles.
Miguel Ángel Ruvalcaba Molina, experto en temas financieros y apasionado por los autos modificados, explica que este sector tiene un impacto significativo en diversas regiones del país. “Eventos como el Campeonato Baja 1000 generan una derrama económica de alrededor de 30 millones de pesos, beneficiando a la industria hotelera, restaurantes y vida nocturna. Además, promueven el turismo internacional, principalmente de Canadá y Estados Unidos, consolidándose como un atractivo turístico de primer nivel”, comentó.
Este fin de semana, por ejemplo, se llevará a cabo el evento Finales El Trozadero 2025, organizado por el equipo V8 Unit en Mexicali. Este tipo de competencia es un reflejo del auge de los autos modificados en el país, ya que no solo atrae a aficionados locales y extranjeros, sino que también fomenta la convivencia familiar y la economía local durante su desarrollo.
De la estética a la velocidad: el arte de la modificación
Modificar un auto no es solo una cuestión estética; es un arte que combina ingeniería, diseño y pasión. Desde cambios en la pintura y rines hasta ajustes complejos en motores y tuberías, estas alteraciones pueden costar desde $1,000 dólares hasta superar los $100,000, dependiendo de las especificaciones técnicas y los objetivos. Ruvalcaba Molina ejemplifica: “Un Honda Civic puede transformarse por completo, incorporando una jaula de protección para competencias y ajustes que aumentan su velocidad y seguridad”.
Esta cultura de modificación tiene sus raíces en el fenómeno popularizado por la saga cinematográfica Rápido y Furioso, pero en México ha evolucionado con identidad propia. Ciudades como Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México albergan talleres especializados que compiten con los mejores de California.
Eventos familiares que generan comunidad y apoyan causas sociales
Los encuentros de autos modificados no son solo para aficionados; son eventos familiares que buscan integrar comunidades y promover valores positivos. Además, muchos de estos eventos tienen un propósito social, recaudando fondos para causas benéficas. Por ejemplo, en Mexicali, el equipo V8 Unit organiza competencias reguladas como Finales El Trozadero 2025, donde no solo se promueve la seguridad de los participantes, sino también la educación de las nuevas generaciones.
“Queremos inspirar a los jóvenes a perseguir sus sueños, ya sea tener el auto de sus sueños o alcanzar cualquier otra meta”, afirmó Ruvalcaba Molina. Estas iniciativas buscan canalizar la adrenalina de las carreras callejeras hacia entornos regulados y seguros, fomentando la sana competencia y el desarrollo personal.
Un futuro prometedor para el turismo automotriz
El potencial de los autos modificados para detonar el turismo y la economía local es inmenso. Desde exhibiciones en plazas comerciales hasta competencias que atraen miles de visitantes, este sector continúa consolidándose como un motor económico. Eventos como Finales El Trozadero 2025 demuestran cómo este movimiento puede beneficiar a las comunidades locales, al tiempo que promueve la cultura automovilística y fomenta la seguridad en el deporte.
Con la profesionalización de los eventos y la participación activa de empresas, comunidades y organizadores apasionados, México tiene la oportunidad de posicionarse como un referente mundial en este fascinante nicho automotriz.