Por Juan Carlos Hernández
La moderna comunicación hoy día conlleva al dialogo, solo que no en forma tan directa, como si lo es de persona a persona. Si entendemos que el dialogo es la acción que se da entre dos o más personas, en el que se relaciona una conversación de la cual se busca un común acuerdo, al menos en lo mínimo. Empero a veces ni dialogando se llega a un acuerdo.
Pero al menos se busca reconocer en el otro la opinión que describe un concepto y la información como la que proporciona datos y que en ambos casos provocan que, quien la recibe accione, tome decisiones a su alcance y entendimiento. La información transforma, la opinión hace pensar. Entonces ahí en dialogo ayuda.
En el proceso de la comunicación, es difícil cuando hay una de las partes cerradas al dialogo, es entendible, sin embargo, si no se dialoga nadie podrá exponer sus derechos fundamentales de expresión, aun no alineados a los de la otra parte.
Es así, pues como la opinión pública a través del dialogo genera la comunicación, involucra un concepto de difusión de mensajes con el empleo de todas las formas comunicativas posibles, y en ello estriba la razón y la inteligencia para que, preponderantemente se respete la forma de pensar del “otro” sin menoscabo de dinamitar y poner en riesgo la integridad intelectual de ambos. Tolerar no significa aceptar.
El contenido del mensaje es de interés colectivo, afecta a un grupo de personas y la respuesta tiene un alcance de difusión masivo. Pero ello inicia entre el dialogo de dos, al principio y luego de más involucrados. Así que, es fundamentalmente una comunicación de los ciudadanos con su gobierno y de manera secundaria entre ellos mismos, para generar estos diálogos de entendimiento.
Dialogar es la clave para ponernos de acuerdo, no imponer, no soslayar la otra percepción, en tal sentido hay temas de suma importancia que, deberían dialogarse con las partes interesadas, tomar en cuenta los puntos de vista de los demás, los coincidentes como los divergentes, pero siempre al amparo del respeto a las leyes.
México necesita de profesionales, así como de gente común que quiera dialogar, sumar, unir, coincidir; ya estamos en la época en que debemos ser tomados en cuenta en la palestra publica de la patria, entonces podremos dialogar con altas miras de logros sin precedentes. Pues consideremos que la sociedad puede estar sensible, y necesita del dialogo para no estar irritable. Pues también el dialogo supone explicaciones.
Que la libertad de expresión siga vigente, fortalecida por los profesionales de la comunicación, los líderes de opinión y a la sociedad en su conjunto. Dialogar y opinar deben ser derechos garantizados, libres y respetados a cabalidad en México.
Crear foros permanentes de diálogos ayudará a fortalecer el entendimiento y la razón, en la inteligencia de buscar el bien común, no dejemos de hablar y manifestarnos civilizadamente, usemos pues el dialogo y hagamos conciencia.
México necesita de la participación de todos, generemos el dialogo para emprender las coincidencias, y no las diferencias, sin prejuicios, pero con valores, sin imponer, pero demostrando el valor de la palabra y la consecuencia que trae al usarla. Semos responsables. ¡Hágale pues!
El autor es Master en Gestión Social y Políticas Públicas.