Redacción

Desarrolla proyectos de investigación lingüística del náhuatl y wixárika, y acompaña a académicas y académicos a las comunidades indígenas

La Universidad de Guadalajara trabaja en la preservación del náhuatl y el wixárika, lenguas maternas originarias de Jalisco, mediante la articulación de proyectos de investigación lingüística y el acompañamiento de los estudiosos en las comunidades indígenas.

La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) proclamó el Día Internacional de la Lengua Materna en el año de 1999 con el fin de promover la diversidad cultural y lingüística, y de este modo preservar las culturas e idiomas que fomenten la tolerancia y el respeto de los demás.

En el marco de este día internacional, que se celebra este 21 de febrero, el Director de la Unidad de Atención de las Comunidades Indígenas (UACI) de la UdeG, José Claudio Carrillo Navarro, destacó que la preservación de las lenguas más habladas en Jalisco cuenta con el respaldo de la investigación académica de esta Casa de Estudio.

“Desde hace mucho hemos apoyado proyectos de investigación que se han estado trabajando con los idiomas náhuatl y wixárika. Apoyamos con la investigación de los trabajos de los investigadores y su difusión dentro de las comunidades, y que los materiales educativos les lleguen”, explicó.

Mencionó que el Departamento de Estudios en Lenguas Indígenas (DELI) ha investigado, durante los últimos 30 años, temas lingüísticos de lenguas maternas, entre los cuales destacó la gramática del wixárika.

“El proyecto del doctor José Luis Iturrioz Leza formó, como lingüistas, a un grupo de hablantes wixárikas que han elaborado una gramática de su lengua. Son avances importantes que requieren más esfuerzos institucionales”, declaró.

Otro de los frentes para la protección de las lenguas maternas, de acuerdo con Carrillo Navarro, es la posibilidad de diseñar un programa institucional para el fortalecimiento del conocimiento y la cultura de los pueblos originarios en los niveles medio superior y superior.

“Tenemos que formar a estudiantes y profesores; en este caso, la cultura mestiza es la que tiene más resistencias para participar en este tipo de procesos. Necesitamos desarrollar acciones que no sólo sensibilicen, sino que incluyan contenidos curriculares”, subrayó.

Destacó el combate a la discriminación lingüística por la cual los hablantes de las nuevas generaciones prefieren el español que su lengua madre, o hablarla solo con su familia, por el temor a la exclusión del mundo occidental y mestizo.

La UACI posibilita el acceso a las comunidades hablantes de náhuatl y wixárika en Jalisco, y brinda acompañamiento a organizaciones de comunidades indígenas de 55 lenguas maternas radicadas en Jalisco, tales como purépecha, mixteco, mazahua, entre otras.

Orgullo de las lenguas maternas

Berna Olea López, hablante de mixteco alto de Oaxaca e integrante de la asamblea de la colonia Ferrocarril de Guadalajara, ve en las lenguas indígenas la oportunidad de crecimiento personal y profesional.

“Aquí, en la ciudad, dicen que la lengua materna cierra puertas, pero lo que me enseñaron mis padres fue todo lo contrario. A los padres de la comunidad les digo que cultiven la lengua materna de sus hijos y que no se avergüencen y que esto, lejos de cerrar puertas, las abre”, explicó.

 Olea López y otras mujeres indígenas impulsan asambleas para realizar un diagnóstico de acceso a la salud dirigido a pueblos originarios en situación migrante del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), apoyado por la UACI.

Cristina Apolonia Martínez Hernández promueve los derechos humanos de las mujeres indígenas y la enseñanza de la lengua mazahua de su localidad originaria, Santiago Coachochitlán, en Temascalcingo, Estado de México. Enseña mazahua principalmente a niños y a todo persona interesada en aprender esa lengua.

“Para que no se olviden, y que haya quien enseñe a los niños, a nuestros nietos, y a quien quiera aprenderla. Seguiremos enseñando para que no se pierda. Siento mucho orgullo de mi lengua materna y de todas mis compañeras que hablan la suya”, declaró.

 La intérprete de purépecha, Esperanza Pérez Ruiz, originaria de Cocucho, Michoacán, defiende con orgullo su lengua a pesar de la discriminación que ha sufrido en Guadalajara.

 “Siempre he hablado en mi lengua y la gente me discrimina porque no me entiende. Si por lo menos me preguntara, ¿qué lengua hablas? Yo con gusto les diría qué lengua es la que hablo y que me siento orgullosa de hablar purépecha, porque es una herencia muy bonita que nos regalaron nuestros abuelos”, compartió.

 Para saber:

 66 mil 693 personas hablan alguna de las 55 lenguas y variantes en Jalisco, y representan menos del uno por ciento de la población total jalisciense (Censo de Población y Vivienda 2020, del Inegi).

  • La lengua wixárika la hablan 24 mil 256 personas, y representan 36.22 por ciento.
  • Le sigue el náhuatl, con 18 mil 362 hablantes, (7.42 por ciento).
  • Hay 4 mil 759 hablantes de purépecha (7.11 por ciento).
  • De mixteco, 4 mil 48 hablantes (7.11 por ciento).
  • El zapoteco lo hablan 2 mil 55 (3.07).
  • El otomí, mil 624 (2.43 por ciento).
  • El tsotsil, mil 444 (2.16 por ciento).
  • El huasteco, mil 262 (1.88 por ciento).
  • Y el mazahua, mil una personas (1.49), entre otras lenguas.